4
Es tiempo de luz,
tiempo que el aire de marzo recuerda.
Vuelven los rehenes del invierno
de su mudo cautiverio;
los follajes recuperan la conciencia.
Allí donde paseaba muerte
no era sino pausa:
largo insomnio de los cielos.
Están aquí los rumores,
la sangre se apresura,
comienza su tibio transcurrir por las arterias.
5
El invierno se hace trizas
en un ventarrón de marzo.
Graznan los pájaros perdidos
su gana precoz de resurgir
con la lluvia del verano.
Ignoran que le faltan varios soles
a su vuelo en desbandada.
Frío en la noche y al amanecer
y un tímido fogaje en el cenit forman
borrascas en el interior del cuerpo.
No se sabe aún quién llegará.
Si el amor hará santuario
o bien ermita en el camino.
Si de tantos renuevos
morirán algunos
y vivirá tan sólo uno.
Mientras, cómo la vida
se desprende a diario
en costras arrancadas a la piel
del sentimiento:
aura en la penumbra
es este vago resplandor
de un sol de medianoche.